Hoy Chascomús es Km 0 de la Democracia en homenaje al legado y los valores de Raúl Alfonsín, y el papel que desempeñó en el renacimiento institucional del país.
El 30 de octubre de 1983 quedó inscripto en la historia argentina como el día en que el pueblo volvió a votar en libertad, tras más de siete años de dictadura militar. Aquella jornada, con una participación superior al 85 % del padrón, consagró a Raúl Ricardo Alfonsín como presidente constitucional, abriendo el período democrático más extenso de la vida nacional.
Nacido en Chascomús el 12 de marzo de 1927, Alfonsín encarnó los valores del humanismo, el respeto institucional y la justicia social. Su victoria, obtenida con el 51,7 % de los votos, simbolizó el triunfo de la voluntad ciudadana sobre el autoritarismo y la consolidación de la esperanza colectiva.
En su ciudad natal, Chascomús, el proceso electoral tuvo un valor profundamente simbólico. Allí resultó electo como intendente Juan Carlos Gastón, representante de la Unión Cívica Radical, quien asumió el 10 de diciembre de ese año, convirtiéndose en el primer jefe comunal de la etapa democrática local. Décadas más tarde, su hijo y actual intendente, Javier Gastón, continuaría ese legado político, reafirmando la vocación cívica que caracteriza a la comunidad chascomunense.
Hoy Chascomús es Km 0 de la Democracia, no solo por ser la cuna de Alfonsín, sino por el papel que desempeñó en el renacimiento institucional del país. Desde ese rincón bonaerense se proyectó un liderazgo ético que trascendió las fronteras partidarias y marcó el rumbo de una nueva Argentina.
En su discurso de cierre de campaña, Alfonsín afirmó: “No queremos una democracia formal, queremos una democracia con contenido: con libertad y con justicia social.”
Esa frase resume su visión de la política al servicio de la dignidad humana y la igualdad de oportunidades. El voto del 30 de octubre no solo eligió autoridades: eligió un modo de vivir en libertad y de construir justicia social como fundamento de la convivencia democrática.
A 42 años de aquel día histórico, Chascomús renueva su condición de símbolo nacional: cuna de un presidente y punto de partida del compromiso argentino con la democracia, la memoria y los derechos humanos. Hoy, 30 de octubre, la Municipalidad de Chascomús rinde homenaje no solo a Alfonsín y a su legado, sino también al pacto colectivo que la sociedad argentina asumió en 1983: nunca más la violencia ni la intolerancia; siempre la libertad, la justicia social y la democracia.

 Cielos despejados
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