Desde el próximo lunes las promotoras del espacio público recorrerán las calles de la ciudad para tomar contacto directo con vecinos y vecinas. La idea es contarles de primera mano hacia dónde apunta la normativa que legisla el espacio público.

Un tema controvertido, que genera polémicas maliciosas en las que se presume, por ejemplo, una ambición recaudadora, cuando en realidad se trata de la aplicación de decretos u ordenanzas vigentes desde la década del cincuenta al presente. Es comprensible que la comunidad en general desconozca este marco legal, el problema es que estas normas no se hicieron cumplir en gestiones anteriores, por negligencia u omisión, o simplemente por falta de voluntad para afrontar el costo político.

Desde el comienzo de la gestión de Javier Gastón, el planteo fue muy claro. Recuperar el espacio público, que sea un lugar de encuentro para vecinos y vecinas, no sólo en los sectores turísticos, sino fundamentalmente en los barrios. En este sentido, y sólo a modo de ilustración, se puede pensar en la plaza La Barraca, que pasó de ser un baldío y basurero a cielo abierto, a ser un espacio verde con juegos que convoca a las familias del barrio.

Pero podemos mencionar también la costanera, los parques, las plazas céntricas, los cambios en la iluminación de la ciudad; la calle Perú, hoy transitable de punta a punta. La solución al problema de los residuos domiciliarios, con un sistema de recolección que permite la separación de la basura y los materiales que pueden ser reciclados, la protección del patrimonio natural de la ciudad.

Lo cierto es que en el espacio público se ponen en juego la higiene, el orden y la belleza de la ciudad. Pero también el deseo de vivir en una ciudad accesible, transitable y segura para todos sus habitantes y visitantes; sostenible y sustentable, que no pierda su encanto natural ante el avance del progreso, donde la flora y la fauna autóctona mantengan su hábitat. Una ciudad saludable desde el punto de vista físico y mental.

Las promotoras serán quienes transmitan este sueño, tendrán a su cargo la misión de contagiarlo, de hacer parte a la comunidad para soñarlo juntos, porque nada de esto sería posible sin la participación de los ciudadanos. Podrán poner en claro dudas sobre derechos y obligaciones acerca de las veredas, el arbolado urbano, entre muchas cosas más.

Es importante destacar que las promotoras, como todo personal municipal, estarán debidamente identificadas. En ninguna circunstancia será necesario que ingresen al domicilio.